Para la noche de hoy teníamos reservado un hotel cerca del aeropuerto. Decidimos buscar un hotel cercano para el día siguiente no tener que madrugar en exceso y en cuanto encontramos uno con spa, no nos lo pensamos dos veces.
Este día tampoco madrugamos e hicimos el check-out en el hotel de Colmar lo más tarde que nos ofrecía. Desde aquí nos dirigimos a Turckheim, el único pueblo de los más conocidos de la zona que nos quedaba por visitar. Aquí dimos un paseo por sus calles, casi en solitario y nos acercamos a la plaza, famosa por disponer tres fachadas de colores que conforman un calendario de adviento.
Desde aquí pusimos rumbo a un Mc Donalds cercano, único restaurante que encontramos abierto en Año Nuevo, donde dimos buena cuenta de una hamburguesa y nos acercamos a devolver el coche al aeropuerto ya que nuestro alojamiento tenía shuttle gratuito y así, nos ahorrábamos el alquiler de un día.
El resto de la tarde la pasamos disfrutando del spa de nuestro hotel y reponiendo las pilas para la vuelta al trabajo.