Hoy solo teníamos la mañana planificada con visitas, habíamos decidido tomarnos este viaje con más relax, así que reservamos la tarde de este día para pasarla descansando en un hotel con encanto de la zona.
Nos acercamos a Obernai, un pequeño pueblo de cuento. Allí visitamos los tres mercadillos navideños en la Place du Beffroi, la Place du Marché y la Place de l’étoile. En este pequeño pueblo también visitamos: la muralla, la sinagoga, la plaza del mercado, el ayuntamiento y la iglesia de San Pedro y Pablo.
A 40 minutos de aquí, se encuentra el que para nosotros fue uno de los lugares más bonitos de la región de Alsacia, el Castillo de Haut-Koenigsbourg, por lo bien conservado que se encuentra y por las increíbles vistas que se tienen desde aquí. Se trata de uno de los monumentos más visitados de Francia, así que si pasáis por la zona, no dejéis de acercaros a visitarlo. La carretera de acceso al lugar ofrece unas bonitas vistas del entorno y si os coincide nieve como a nosotros, más aún. La tarifa de entrada es de 9€ por persona.
Tras una hora y media o dos horas de visita, pusimos rumbo a nuestro alojamiento para esta noche, donde descansamos toda la tarde y reservamos una cena especial para esta noche. Tapas alsacianas, filet mignon, bouchée a la reine con spaetzle y crème brûlée acompañados de un buen vino alsaciano pusieron el broche final a un día de 10.
