Compras, compras y más compras, así ha sido el día de hoy. Podría terminar el post con esta línea, pero como diría el de Sinopsis de Cine: os voy a contar un poco.
Comenzamos la mañana sin prisa, pero madrugando para poder aprovechar el desayuno del hotel. Mañana nos vamos para Kioto, así que quisimos aprovechar para dejar listas unas cuantas compras.
El día se presentaba una vez más climatológicamente perfecto, ambiente templadito y sin lluvia. Nos estamos acostumbrando demasiado y tememos llevarnos una buena bofetada de Sol y calor en los próximos días.
Nuestra primera parada fue Ikebukuro, a unos 10 ó 15 minutos en tren. Se empezaba a notar que era sábado, había bastante más gente en las estaciones que durante el resto de la semana. Una vez en Ikebukuro y tras esquivar a millones de personas por los pasillos de la estación, llegamos a nuestro primer destino, el más dulce, la tienda Kit Kat Chocolatory. Una pequeña boutique construida en el propio bajo de la estación y que tiene a la venta Kit Kat con sabores exclusivos. Nada más llegar nos pusimos a la cola, que de momento no era muy larga y un amable japonés, valga la redundancia, nos trajo un menú para ir consultando las variedades de chocolatina disponibles antes de pasar a recogerlas. El menú no estaba en inglés, así que no nos pudo ayudar mucho, no obstante tampoco lo necesitábamos porque teníamos pensado comprar de todo!
Según avanzaba la cola pudimos ir viendo una pequeña exposición donde se mostraba un poco la evolución del envase de Kit-Kat a lo largo del tiempo, mientras íbamos cogiendo la cesta para ir metiendo los productos. Tienes que tenerlo bastante bien pensado, ya que solo se pueden coger las cosas en la línea de cajas y te atienden prácticamente al llegar, así que para nosotros consistió todo en abrir cesta, vascular dentro hasta llenar y pagar. Las variedades disponibles ahora mismo son: Té verde, Fresa, Cocktail de Naranja, Crema de Queso, Chile (sí) y uno que pone Sublime, que es chocolate negro. Por el momento solamente hemos probado el Sublime y está sublime si te gusta el chocolate negro, así que sí, está sublime XD.
Salimos de la zona de la estación para dirigirnos a nuestro siguiente destino, que la verdad se encontraba bastante cerca, la tienda Animate, sin tilde en la «i». Un edificio de 7 plantas dedicado entera y exclusivamente a la venta de manga, revistas, DVD, figuras y merchandising vario de todas las series anime que podáis imaginar. La verdad que solo pudimos aprovechar las plantas 3, 4 y 5, las de figuras y merchandising, ya que mientras no sepamos japonés, no tenemos mucho que hacer en el resto, más allá de admirar las portadas, cosa que hicimos.
Nos compramos un par de figuritas para nuestra pequeña colección y abandonamos la tienda para salir nuevamente a las calles de Ikebukuro. Debo decir que, al menos la zona en la que estuvimos, nos encantó, es otro de esos sitios como Odaiba o Shibuya, en los que puedes pasar el día entero sin aburrirte lo más mínimo.
Se acercaba la hora de comer, así que mientras paseábamos, decidimos entrar en un local que llamó nuestra atención, se llamaba Denny’s y la carta que tenían en la entrada, mostraba unos platos que tenían una pinta tremenda, sobre todo carnes. Así que subimos la escalera y al acceder al local descubrimos que había que seleccionar el menú en una máquina para después entregarlo en la barra. Ok, sin problema, ya lo habíamos hecho antes…peeeeero, esta vez estaba TODO en japonés, ni una guía, ni una pequeña instrucción, todo eran jeroglíficos, así que nos fuimos porque teníamos hambre y pocas ganas de complicarnos la vida.
Justo enfrente vimos un Lotteria, que lejos de lo que pueda parecer por el nombre, se trata de una Hamburgesería Japonesa. Vaaale, hamburguesa, pero regalaban cositas chulas de Sword Art Online y la verdad que estaban riquísimas. De hecho tenemos que volver porque hay otro menú distinto con más merchandising de ese anime y queremos llevárnoslo 🙂
Tras comer, volvimos a la estación de tren para dirigirnos a Harajuku, donde nos quedaríamos el resto de la tarde. Nada más llegar a la estación nos dimos cuenta de que debíamos soltar lastre. Entre las dos cámaras de fotos, las chaquetas, el paraguas y lo que habíamos comprado en Ikebukuro, era demasiado peso para seguir yendo de compras y el teléfono móvil podía cumplir perfectamente su cometido como cámara fotográfica. Así que buscamos las taquillas y lo metimos todo dentro para ir bien ligeros.
Esta liviana sensación duró más bien poco, porque nada más entrar en Takeshita Street, la calle por excelencia de Harajuku, entramos en un Daiso. El Daiso puede ser el paraíso y el infierno a la vez. Es la típica tienda de Todo a 100, pero más grande y donde TODO es de buena calidad. Es como si en vez de ir a «los chinos», fueses a «los japoneses» XD.
Total, que cuando nos quisimos dar cuenta, ye estábamos caminando con dos bolsas cargadas de pijadas y necesitábamos volver a aliviar la carga. ¿Cómo? metimos las bolsas en otras taquillas que había justo enfrente. En este punto de la tarde teníamos bolsas, paraguas, chaquetas y mochilas repartidas en dos taquillas distintas.
Volvíamos a estar ligeros y esta vez la sensación duró….menos aún! A escasos 20 metros de las taquillas, Aida vio la luz en forma de tiendas de ropa, encontró su Meca personal y no había manera de pararla ya. En menos de ná ya estábamos con varias bolsas en las manos y aún nos quedaba visitar algunas tiendas más.
Necesitábamos hacer un descanso, necesitábamos estar por un momento panchos, como Céspedes, así que nos fuimos a tomar un café, que resultó estar amargo, como Rafael. En mi cabeza esta frase era un descojone, os lo juro. Encima el café estaba amargo de verdad, no es broma.
Cambiamos un instante la ropa por los juguetes, así que nos fuimos a Kiddyland, tienda en la que ya habíamos estado en nuestro viaje y que nos encantó. Por supuesto nos volvió a encantar. Tiene varias plantas con los juguetes distribuidos por zonas, por lo que es facilísimo encontrar la figura o merchandising que quieras, según la marca, personaje, etc., que estés buscando.
Tras terminar en Kiddyland, volvimos al mundo textil, esta vez para conocer las tiendas de ropa Lolita más famosas que existen. La mayoría están juntas en una de las plantas del edificio Laforet, bastante cerca de Takeshita, aunque hay alguna repartida por otras calles y se nos pasó visitar. Aún así, pudimos ver tiendas de marcas como Angelic Pretty, Baby The Stars Shine Bright, Metamorphose, entre otras. Una lástima que no dejasen hacer ninguna foto.
En cuanto a las propias Lolitas, solamente vimos una caminando por Takeshita y un par más en la tienda de Angelic Pretty, al menos ataviadas como tales…seguramente vimos muchas más pero sin ropa de faena 🙂
Por último, antes de coger el tren de vuelta a Ueno, entramos en una tienda de ropa de fútbol, ya que me había entrado el antojo de comprarme la camiseta de la selección japonesa y aún no la había encontrado por ahí. El primer dato curioso es del probador, ya que cuando te pones una prenda, tienes que cubrirte la cara con esto:
Es bastante siniestro, lo sé, pero ya sabéis, «donde fueres, haz lo que vieres». El segundo dato curioso nos dio para unas cuantas risas a posteriori. En cuanto llevamos la camiseta a la caja, la risueña dependienta comenzó a decirme algo en japonés de lo que solamente entendí la palabra «Arsenal» mientras me señalaba. Decía «Arsenal» y me señalaba, luego algo como «Oseru», «Oseru»…no entendía nada. Después de un rato y aplicando la lógica de la pronunciación de los japoneses, me di cuenta de que me decía que me parecía a…Ozil. Me cago en su madre, habrá jugador más feo en todas las ligas de fútbol del mundo? Al final me lo tomé como un cumplido, ya que dicen que a las japonesas les gustan los occidentales con rasgos marcados, es mi consuelo al menos.
Con esta anécdota terminamos el día, el resto fue relax y cena nuevamente en el restaurante de curry que tenemos cerca del hotel. Hoy nos vamos a la cama un poco más temprano, ya que mañana nos toca viaje a Kioto y tenemos que coger el Shinkansen bastante pronto.
Los próximos días os enseñaremos otra cara de japón, el país de los contrastes.
Saludos!
Vais a tener que alquilar un avion pa traelo toooo!!!. Un abrazu
Vamos a ir al límite como la otra vez, para eso trajimos la báscula, jajaja 😉
La báscula quedará por tierras niponas… 😉
Jaja, na…ye pequeñina, esa la intentaremos conservar.
Estais seguroas que vais a poder traerlo todo??? jejejejejej
Aida es experta en jugar al tetris con el equipaje, así que yo creo que lo conseguiremos 🙂
No iba a comentar, pero Fon, tu gerol sacado de peli de miedo y lo de Ozil, que lo habremos hablado cienes de veces, me mató… Qué vueltas da la vida… eh pancho? XD
Pfff ya ves, mira por dónde! Madre que la parió…
El kit kat de te marcha es lo maximo en el mundo, seguido del de sakura y calabaza. Soy fan de los sabores raros que sacan los japos para el kitkat..espero vuestras impresiones del de chile !!
Closet Child….. T_T…seria entrar ahí y vender tu alma en un plis XD, las tiendas de marca ya es otro tema ahí venderías un riñon XD, Tralala …con la ropa tan monerrima que tiene …argg
Kiddyland tiene que ser un locuron, yo ya me emociono en Toysarus …no te quiero contar lo que haría ahí XD
Me a matao lo de la bolsa en la cabeza…me imagino que sera por tema de maquillajes para que no manches la ropa O-o?
Bua lo de las taquillas me parece el invento del siglo, aquí aunque existen en algunas estaciones es como dejar las cosas tiradas por ahí por que son muy fáciles de abrir….aunque también puede ser un problema por que cuando estés de vuelta recogiendo todos tus enseres por las taquillas luego te encuentras como un burro de carga XD
Tiene toda la pinta que la bolsa es por el tema de maquillaje, sobre todo viendo lo pintarrajeadas que van todas las chicas por aquí, aunque como tampoco especificaba nada, fui buen ciudadano y me la puse XD