Hoy sí que amanecíamos temprano, a las 6 nada más y nada menos, sonaba el despertador. Tras un rápido check-out, nos vamos hacia la estación principal de Sendai.
Teníamos pensado coger en la tienda de las tartaletas de queso, donde compramos ayer, un par de ellas para desayunar en el shinkansen, pero aún no había abierto. Finalmente, nos decidimos por el ya tan mítico Delifrance, cadena a la que solemos ir en Kioto en todos los viajes.
A las 8 partía nuestro Shinkansen a Tokio y tras un par de cabezaditas, a las 10 llegábamos a nuestro destino.
Por suerte, pudimos hacer el check-in antes de tiempo en nuestro querido Hotel Edoya. Estuvimos un buen rato allí, ya que a estas alturas del viaje, necesitamos poner un par de lavadoras y secadoras.
Hoy, a parte de la cita “especial”, teníamos pensado pasar la mañana en Harajuku, que aunque ya habíamos estado otros años, nos encanta el lugar. Finalmente, decidimos posponerlo para los últimos días del viaje (si nos daba tiempo), ya que la vuelta de Sendai a Tokio y el tener que hacer la colada, nos había quitado más tiempo del previsto.
Estábamos muy ilusionados con la tarde que hoy nos esperaba, por primera vez y en Japón, asistiríamos a un partido de Béisbol, veríamos jugar a los Yomiuri Giants y los Yokohama Baystars.
Desde la estación de Ochanomizu, tomamos la JR Chuo Line hasta Suidobashi Station, estación de la línea JR más cercana al Tokyo Dome.
Tokyo Dome es el estadio oficial de los Yomiuri Giants, con capacidad para 55000 espectadores. También se utiliza para eventos de artes marciales, conciertos, partidos de baloncesto o fútbol americano. Se encuentra en la llamada Tokyo Dome City, un gran complejo de entretenimiento, donde podemos encontrar restaurantes, tiendas, un centro comercial y un parque de atracciones entre otros.
Antes de comer, decidimos dar un paseo por las tiendas del bajo comercial del propio estadio. Allí pudimos descubrir, que a parte de la tienda que se encuentra en la Tokyo Sky Tree (pequeña y con poca variedad), existen tres tiendas más, mucho más grandes y con mayor variedad. A sabiendas de esto, no hubiésemos comprado las gorras para nuestros compis de Somos2dviaje allí y hubiésemos esperado al día del partido. Visitadas las tres tiendas, empezó a entrarnos la fiebre del partido y con la emoción, Fon se compró una camiseta (yo ya me la había comprado en la Tokyo Sky Tree), una gorra para cada uno, una bufanda y una pelota de béisbol, del que a modo de coña empecé a decir que era mi jugador favorito, Sakamoto Hayato, y resultó ser que era el más famoso entre las chicas.
Hechas las compras pertinentes, empezaba a llegar la hora de la comida. Estuvimos echando un ojo a todos los restaurantes de la zona y finalmente nos decidimos por uno llamado Yebisu Bar & Grill. Yo tomé un plato de hamburguesa con arroz y Fon, omuraisu (tortilla rellena de arroz con kétchup), un plato al que le tenía muchísimas ganas.
Antes del comienzo del partido, decidimos dar un paseo por toda la zona de Tokyo Dome City. La zona ya empezaba a llenarse de gente que iba a asistir al partido, por supuesto, con todo el conjunto completo para animar a su equipo, desde gorras, pins, camisetas, gafas… todo lo que se os pueda ocurrir, lo llevaban puesto todos y cada uno de los japoneses que por allí estaban, lo que no esperábamos fuese de otra manera. Nos acercamos al centro comercial, donde visitamos varias tiendas, finalizando en un Starbucks para refrescarnos tomando algo antes del partido.
Este comenzaba a las 6 de la tarde, aunque la apertura de puertas era a las 4. Sobre las 4.30 – 5 decidimos acercarnos al estadio y ponernos a la cola para acceder al recinto. Pasamos el control de seguridad y buscamos nuestros asientos, no sin antes aprovisionarnos de cerveza, chuhai y patatitas.
Todo el partido se nos hizo muy ameno, es alucinante ver como se desvive la afición y cómo celebran cada punto. Disfrutamos como niños, tanto, que empezamos a mirar si los últimos días de viaje habría algún partido más para ir a verlo. Lamentablemente no coincidía en fechas, una pena, ya que hubiésemos vuelto sin pensarlo dos veces.
El partido llegó a su fin y tuvimos la suerte de ganar! El ambientazo que había a la salida del partido y la iluminación de los alrededores hacía que apeteciese quedarse allí.
Buscamos un combini de camino al tren, donde cogimos un par de onigiris y unos helados para cenar y volvimos al hotel para preparar las maletas. Mañana tocaba nuevamente cambio de base. El destino… os lo contamos en la próxima entrada!
Gracias por leernos!
Tuvo que ser llamativo ver a los japoneses desmelenados celebrando cada punto jijiji. Muy original esta visita.
Lo viven muy a tope! Lo guapo es que las aficiones se mezclan sin ningún tipo de problema. Lo disfrutamos muchísimo ;).
Interesante el post chicos! Un abrazo y a seguir así ???
Muchas gracias! Nos alegramos que os guste, intentamos transmitir lo que por allí vivimos 🙂