Tercer día en Japón y hoy tocaba una de las visitas que más ganas teníamos de repetir, el Museo Ghibli. Lógicamente, nada tiene que ver con la primera vez, se pierde un poco el factor sorpresa. Aún así, le sobra encanto por todos los lados, por lo que es un lugar que se puede disfrutar una y otra vez sin aburrirte.
Comenzamos la mañana un poco antes de lo previsto, ya que habíamos calculado mal los horarios de tren y al final tuvimos que despertar algo más temprano. Pero bueno, en seguida nos pusimos a tono con un buen desayuno en el hotel. Hoy me faltaron las salchichas, pero bueno, esto es más o menos lo que solemos desayunar:
Es increíble lo bien que entra el arroz por la mañana y esta vez el café me está sabiendo a…café! Estos japoneses no dejan de sorprendernos XD.
Ya listos para la faena y, una vez más, paraguas en mano, nos pusimos en marcha a la estación de Ochanomizu (5-10 minutos del hotel), para coger el tren que nos llevaría hasta Mitaka, donde se encuentra el museo. La lluvia y el fresco clima nos están ayudando bastante a soportar el cansancio, pero la verdad es que tenemos ganas de empezar a ver un poco el color del cielo. Todo apunta a que nuestra estancia en Kioto va a ser bastante más veraniega, aunque ya veremos.
Una vez en Mitaka y tras olvidarnos el paraguas en el tren (fijo que el pobre sigue ahí), nos dirigimos a la parada de autobús desde la que partimos finalmente al museo. El autobús amarillo, que muchos ya habréis visto, está decorado tanto por fuera como por dentro con motivos característicos de Studio Ghibli. No deja de ser un detalle, pero estas cositas marcan la diferencia entre montar en un autobús y montar en un autobús con una sonrisa en la cara. Por 320¥ por persona, unos 2,35€, ida y vuelta, te dejan justo a la puerta del museo. Es un viaje bastante cortito, por lo que hay mucha gente que incluso va caminando hasta allí.
Nada más cruzar la puerta, canjeamos nuestras entradas y nos dieron la entrada «oficial», que sirve a su vez como pase para ver un corto de animación que proyectan en una pequeña sala de cine en el interior. Cada pase viene con un fotograma en papel de película con una imagen aleatoria sacada de uno de los filmes del estudio. Es bastante habitual ver a todo el mundo con las entradas en alto, frente a una luz, intentando adivinar de qué película se trata. Estas son las que nos han tocado este año:
Una vez más, hemos respetado la prohibición de sacar fotos en el interior y no vamos a destripar nada de lo que se puede ver dentro, porque es algo que a poco que te gusten las películas de Ghibli, resulta tan emotivo que sería una pena conocerlo de antemano. Sí que pudimos hacer fotos en zonas del exterior, como el jardín del tejado del edificio o la zona de la cafetería, donde por cierto, volvimos a disfrutar de un descansito tomándonos una soda ramune.
Con algunas comprillas inevitables de la tienda oficial, decimos adiós nuevamente a este mágico rinconcito de Tokio, para dirigirnos hacia Nakano a visitar las numerosas tiendas de figuritas y frikadas varias que se encuentran en en complejo comercial Nakano Broadway, justo en frente de la estación.
Antes de ponernos en modo consumista, tocaba comer, así que nos pusimos a buscar sitio. Esta vez le tocó el turno a un restaurante de ramen, que sorprendentemente nunca habíamos entrado en uno. En la entrada tiene una máquina en la que puedes elegir el plato que quieres, introduces el dinero y te da un ticket que tienes que entregar al camarero para que te lo preparen. Nos indicaron la mesa en la que debíamos sentarnos y en pocos minutos ya teníamos la comida lista para disfrutar. Pedimos un ramen de cerdo que estaba espectacular, muy abundante y por el módico precio de 1250¥ para los dos, lo que vienen siendo unos 9€ al cambio, así que ya véis! Por cierto, el agua es gratis siempre, así que se puede ahorrar bastante dinero en bebida si se quiere.
Nada más comer, entramos directos a la zona de tiendas y literalmente nos volvimos locos, hay DEMASIADAS cosas! No sabes si el desorden que hay dentro de cada local es algo caótico o encantador…quizás las dos cosas a la vez. Empiezas a mirar tienda tras tienda y descubres que te gusta casi todo pero al final no te llevas casi nada. Hay figuras y merchandising de todos los animes y mangas conocidos, gashapons, figuarts, nendoroids…es increíble. Eso sí, aunque siempre hay alguna que otra ganga, se sobran mucho con algunos precios, hay veces que tienes que leer la etiqueta dos veces porque no te lo crees, auténticas barbaridades.
Pasamos gran parte de la tarde ojeando las tiendas y terminamos viendo una pequeña exposición de figuras Gundam en la planta baja. Eran figuras customizadas por algún profesional, por lo que el precio era mucho más elevado que el original, aunque está bastante justificado teniendo en cuenta la cantidad de horas que hay detrás de cada trabajo.
Con los pies rotos de tanto caminar, nos pusimos rumbo al hotel para asearnos un poco, tomarnos un respiro y terminar la jornada en Odaiba tranquilamente. El principal objetivo era la tienda de ropa Axes Femme, de la que Aida cayó perdidamente enamorada en 2012 y que este año era de visita obligada. Lo mejor y más curioso de la tienda siguen siendo sus dependientas. Llega un punto en el que no sabes si están actuando o en realidad son así de felices. Te siguen, te sonríen, intentan ayudarte a encontrar el conjunto apropiado…La atención al cliente en Japón está a otro nivel. Una vez pagada la compra, la chica nos acompañó a la puerta, nos dió la bolsa y nos estuvo haciendo reverencias hasta que nos perdió de vista.
Para la cena volvimos a optar por el sushi. Es un restaurante al que habíamos ido en nuestro anterior viaje y que nos había encantado. Cada mesa tiene un iPad en el que vas haciendo los pedidos a cocina y que van llegando montados en un pequeño Shinkansen ( tren bala ) situado en unas vías, justo encima de la cinta transportadora por la que no deja de circular sushi recién hecho y que se puede coger en cualquier momento. Cada plato tiene un color y cada color tiene asignado un precio, así que puedes ir calculando perfectamente lo que vas gastando. Para beber tienen té verde gratis, aunque puedes coger un vaso por 200¥ para rellenarlo de refresco las veces que quieras. Al final nos tomamos 12 platos de sushi y dos refrescos y nos salió la cena por 14€ a los dos…intentad comprar esa misma cantidad en España y veréis el precio.
Ya para terminar, nos dimos un paseo por un salón arcade y volvimos a hacer una pequeña visita al impresionante Gundam que está en la entrada del centro comercial Diver City y que uno no se cansa nunca de admirar, sobre todo de noche, ya que con la iluminación luce espectacular. Cada vez que recuerdo que tienen pensado hacerle caminar de aquí a unos años…
Con esto termina la jornada de hoy, un día bastante sencillo pero agotador como pocos. Mañana nos tocan cositas nuevas y estamos muy emocionados porque por fin podremos visitar uno de los lugares más emblemáticos de Tokio.
Hasta mañana!
Sois la caña. ..ya me esta gustando a mi Japón! !! Jajajjaa. ..besos y seguir contando cuando podais.
Muchas gracias! Es casi imposible que japón no guste, tiene tanto que ofrecer… 😉
Buuuf sin duda este es uno de mis días preferidos, y aquí hago una promesa de que algún día podre colgar mi foto junto al robot de «La Puntu» ….ais es que asta las entradas son perfectas.
La pinta que tiene ese ramen no es normal *_* , por cierto era de cerdo y que mas ?? me llama la atención el aspecto blanco del caldo XD se ve delicioso..y lo del sushi…puuuuf no quiero ni echar cuentas del precio que tendría y eso sin exigir calidad o variedad XD en fin..
Adoro ese Gundam ..tiene que simplemente impresionante..si algún día anda buuuf
Aida ahí viciando al project Diva XD que grande !! por cierto aun hay maquinas de DDR?? ayer estuve echando unas partidas y me sentí nostálgica XD
Seguro que vendrás algún día, es tu destino 😉
El ramen era uno de cerdo y el otro de cerdo con barbacoa…aunque no sabía mucho a barbacoa, pero el caldo estaba riquísimo, llevaba también brotes de soja y estaban buenísimos!
Máquinas de DDR no vimos, pero sí que suele haber de Dance Evolution y sobre todo la de Para-Para de Sega…puedes flipar si los ves jugar!
Sí señor, os estáis desquitando con la comida, bravo!
Como molan, que le ponen caritas hasta a los platos…
Qué ganas de más! ^_^
Ya tocaba redimirse un poco, así que estamos aprovechando! Hay tanta variedad, que es imposible que alguna comida no te guste.
Jaja aquí casi todo tiene caritas, lo kawaii está a la orden del día ^^
Eso eso, no pareis de comprar que luego teneis que traer otra maleta jejeje (acordaros de mi 😉 jiji). Como molan los platitos, creo que incluso comería sushi en Japón después de mi mala experiencia jejejeje. A seguir disfrutando del viaje chicos, mañana más y mejor!!!! Besitos
Ya trajimos una maleta de más…pero si hace falta otra, no hay problema XD
A nosotros al principio no nos gustaba el sushi y mira ahora! 😉
Genial!
ahora que estuve en primavera no me alcanzaron los pies (ni el tiempo) para ir a odaiba ni a ver el gundam. gracias por compartir las fotos.
Todos acabamos con los pies destrozados! Nos alegra que te haya gustado, Odaiba es un buen sitio para pasar la tarde, imposible aburrirte.