Primer día en Japón terminado y cómo no, ya estamos destrozaos. Más de 30 horas sin dormir entre lo que hemos hecho hoy y lo acumulado del viaje.
El viaje, claro, el viaje la verdad que estuvo bastante bien, salvo porque el vuelo llegó con retraso a Zurich (donde hacíamos escala) y tuvimos que hacer un buen rato de cardio para alcanzar la puerta correspondiente al siguiente embarco. Como no podía ser de otra forma, dicha puerta de embarque se encontraba en otra terminal del aeropuerto, así que pillamos por los pelos un pequeño tren con el que finalmente alcanzamos el avión que nos traería a Tokio.
El vuelo con Swiss Air estuvo genial, no podemos estar más contentos con la atención recibida y los servicios prestados. El trayecto se nos hizo más corto pese a contar con más horas en el aire que el vuelo desde Moscú en 2012, además la comida nos pareció bastante mejor en variedad y calidad. Nos ofrecieron chocolate suizo, yogur suizo, queso suizo, helado suizo…solamente faltó que nos diesen un reloj y unos Ricola. Total, que en general quedamos muy satisfechos con el viaje salvo por los típicos contratiempos que pueden darse en transporte público, tales como «el niño que lloraba demasiado» o » el hombre que había comido chorizo» entre otros clásicos.
Unas horas más tarde, tras pasar un interminable control de extranjería y habiendo descubierto que nuestras maletas estaban a salvo, ya pudimos disfrutar de la victoria, estábamos de vuelta! Es curioso como, aun sintiéndote extraño, todo te resulta familiar y no parece que hayan pasado dos años desde la última visita. Recordábamos perfectamente dónde se encontraba la taquilla para los tiquets del tren y la oficina para canjear el Japan Rail Pass, así que todos estos trámites los pasamos en un suspiro y ya pudimos ponernos rumbo a la estación de Ueno.
Lo primero que nos llamó la atención fue el clima, totalmente diferente al sufrido en 2012…y digo sufrido porque el sol y el calor que nos azotaban, eran apocalípticos, como diría Pedro Piqueras. Esta vez nos recibieron las nubes, el fresquito (calor en Asturias) y la lluvia, que aunque no nos acompañó durante todo el día, dejó varios chaparrones y algo de orbayu….sí ho, equí tamién orbaya!
Tras llegar al hotel, prácticamente sin problemas de orientación, en la recepción nos estaba esperando una entrañable señora, a la que me salió del alma soltarle un «Hola!»…bien, mala idea, porque resulta que sabía alguna cosilla en castellano y lo que debería haber sido un «check-in» rápido y sencillo, desembocó en una conversación de besugos hablando spanglish.
La habitación es exactamente igual a las que pudimos disfrutar hace dos años, así que perfecto, porque es sencilla, agradable y muy cómoda, pese a su tamaño. Además este año contamos con un váter de chorros y asiento calefactable, como todo buen japonés.
Ducha rápida, ropa limpia y primer destino…por supuesto, nuestra añorada Akihabara. Fue una visita rápida por las calles, sin pararnos mucho, ya que teníamos otro destino en mente, pero no hay problema porque Akiba es un barrio que tenemos a pocos minutos del hotel y terminaremos más de una jornada deleitándonos con sus frikadas. Antes de coger el tren a nuestro siguiente y monstruoso destino, tocaba hacer una parada para comer, así que decidimos aprovechar para visitar el mercadillo de Ameyoko y dar buena cuenta de unas cuantas piezas de sushi en uno de los restaurantes que hay justo a la entrada. Después de comer, recorrimos los 4 ó 5 pisos del edificio de la tienda Yamashiroya, en Ueno, en la que inevitablemente ha caído la primera compra del viaje. Tienen tantísimas cosas, tan variadas y algunas tan baratas, que es imposible que no intentes llevarte algo a casa.
Al salir de Yamashiroya, nos visitó el chaparrón más grande de todo el día y que nos obligó a comprar un paragüas, 3€, me lo quitan de las manos! Nos equivocamos un poco con el tamaño, ya que si queríamos atecharnos los dos, ambos teníamos que sacrificar un brazo y dejarlo bajo la lluvia, pero bueno, en general cumplió su cometido. Tras medio-mojarnos durante un rato, llegamos a la estación de Metro para dirigirnos a Roppongi, donde nos esperaba uno de los mayores iconos del cine y prácticamente de la cultura nipona: Godzilla!
Una estatua del monstruo construida a escala 1:7 y basada en el de la recién estrenada película. Es verdaderamente chula y está perfectamente detallada. Es una pena que solamente se haya construido de cintura para arriba, porque una estatua completa hubiera sido realmente impresionante. Existe un espectáculo con luces y humo que se repite a determinadas horas del día pero que no pudimos quedarnos a ver, ya que teníamos que esperar demasiado y queríamos movernos hasta nuestro último destino del día: Pikachu Café!
Este restaurante temporal, se encuentra abierto con motivo del estreno de la película Pokemon XY y se encuentra en la planta 52 de la imponente Mori Tower, a escasos metros de la estación de metro.
Teníamos prohibido comer hamburguesa durante nuestra estancia, a modo de redención por el sacrilegio cometido en nuestro anterior viaje, en el que casi nos hicimos asiduos del Mc Donald’s. Pero esto es distinto. ¿Quién puede resistirse a ESTA hamburguesa?
Como pifia final, decidimos acompañar la Pikaburguer con un postre, que parecía un bollito relleno de crema, pero que resultó ser un bollito relleno de…carne al curry!! Riquísimo, pero no lo aceptamos como postre, así que nos conformanos con el flan de mango que incluía el menú.
Nada más terminar de cenar, echamos un vistazo a la tienda de Pokemon que había en el mismo edificio y rápidamente nos pusimos rumbo al hotel para, café en mano, poder escribir estas líneas y terminar la jornada con un buen descanso que nos permita recargar bien las pilas.
Mañana más!
Un saludo 😉
¡Que envidia me acabáis de dar, aparte de hambre!
Estar atentos y apuntar ingredientes del sushi de allí para nuestra próxima cena y por supuesto quiero un Pikaburguer jajaja
¿Es como las del Mcdonals o estaba mejor?
Un besazo y seguir contando vuestras aventurillas
Nosotros también pensábamos que iba a ser una hamburguesa prefabricada como las de Mc Donald’s, pero se parecía más a las que hacen, por ejemplo, en Peggy Sue’s, con la carne poco hecha y un sabor más natural.
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Chicos, qué nervios! A ver, a ver que hay mañanaaaa… 🙂
All checked! 😉
A ver si mantenemos el nivel :p
Quiero un vídeo del váter XD, como mola el Godzilla, si lo construyen entero seria una sobrada. La hamburguesa de pikachu es clavada a la foto del anuncio O_O japón es de los pocos sitios donde las fotos de las comidas en restaurantes hacen honor a su homónimo real
ARGG Sushi T_T que ganas tengo de sushi T_T
Es increíble lo que se esfuerzan en satisfacer al cliente, aunque para ellos es lo normal. Tenían una vitrina con los platos en resina y es que son clavados!
Que envidia me dais… ¡yo quiero ir a Japón! 🙁 Espero que os hayáis hecho una foto con Godzilla XD
A ver si el tiempo os acompaña que pa lluvia ya tenemos aquí bastante 😐
P.D.: ¿En el vuelo de Swiis no os abrieron una cuenta en Suiza también? /trollface
Pues ahora que lo dices, le hicimos un photobook a Godzilla, pero en ninguna salimos nosotros XD. La cuenta en Suiza solo para los de Business Class…
Cómo mola la hamburguesa de Pikachu!!!! Imposible resistirse jejeje. Ahhh y apoyo la noción de Laura, queremos un video del vater 😉 A seguir disfrutando del viaje y a deleitarnos con vuestras aventuras jeje. Un besin chicos!
Muchas gracias! Jaja, habrá que hacer un tutorial para explicar cómo funciona el váter ;p
Ya tenéis que comprar otra maleta porque todavía no empezasteis y ya estáis comprando,jeje,a ver la foto con Godzilla.
De momento a ver si conseguimos meterlo todo en estas, pero no descartamos desechar equipaje para llevar más cosas, jejeje.
Todo muy chulo sobre todo el monstruo, a tu madre le ha encantado…jejejej…al final nos vais a ahcer ir palla a ver todo eso…..la hamburguesa genial…estaba buena???’